Información preparada por el párroco de Villar del Pedroso (Cáceres), D. Miguel Ángel Reina López
En el municipio de Villar del Pedroso (Cáceres) existió una finca propiedad de los Padres Jerónimos de Guadalupe. Aquí se venera una imagen de vestir barroca realizada en Guadalupe. Con la desamortización de Mendizábal (1836) desapareció la comunidad jerónima, pero la imagen permanece hasta hoy en la capilla de dicha finca.
Aunque la imagen lleva por nombre “Nuestra Señora de Guadalupe”, es conocida con el nombre de la finca donde se ubica: “Burguilla”.
Cada 29 de agosto, -como viene siendo habitual, desde finales de los años cincuenta del pasado siglo- la imagen es llevada al templo parroquial de San Pedro Apóstol, para celebrar la Novena en su honor.
Durante esos días se celebra la Santa Misa, la novena y el canto de la Salve. Durante el resto del día la imagen -envuelta en el sagrado ambiente que la cobija, invitando al recogimiento y la oración- recibe la visita de numerosos fieles que acuden para ponerse bajo su mirada, confiar sus cuitas, dar gracias o pedir alguna gracia o favor.
El último día de la Novena, la imagen de la Virgen María es procesionada por las calles del pueblo. Al día siguiente, día grande -8 de septiembre- es llevada de vuelta a su finca, donde se celebra la Santa Misa y se canta la Salve. Allí permanece durante el resto del año, hasta el mes de Mayo, cuando la ermita abre sus puertas para felicitar a la Madre del Cielo con la celebración de la Santa Misa.
Aunque la imagen se sitúa en la localidad de Villar del Pedroso, y dado que lleva por nombre el título de la Patrona de todos los extremeños, es muy querida y venerada por los fieles de las demás parroquias: Valdelacasa de Tajo, Garvín de la Jara, Peraleda de San Román, Carrascalejo, Navatrasierra, e incluso Navalmoralejo (Toledo) dada su cercanía.
La oración, compuesta para su novena, ha sido la plegaria de los villarejos a su patrona en este tiempo de pandemia, pues es Madre que nunca defraudó ni defrauda a cuantos se acogen a Ella.
ORACIÓN
Gloriosa Virgen de Burguilla, Santa María de Guadalupe, Madre y Patrona nuestra; postrados a tus pies y mirando a tus ojos de misericordia, sin más eficaz valimiento para con tu Divino Hijo que el amor de preferencia que siempre mostraste a los hijos de Villar del Pedroso, acudimos a Vos confiados, y en homenaje de veneración y afecto, te ofrendamos nuestra propia vida y la de nuestra familia.
Tuyos queremos ser y al amparo de tu manto vivir: el pueblo y sus habitantes, ricos y pobres, sanos y enfermos, ancianos y niños, presentes y ausentes. Todos los que aquí nacieron y han vivido bajo el hermoso cielo de estas históricas tierras extremeñas, hallarán siempre en Ti aliento para sus empresas, socorro en las horas de necesidad, consuelo en las amarguras y segura esperanza del Cielo.
Miradnos clemente, acogednos benigna: sea Vuestro Santo Manto sostén y guía en este valle de lágrimas, y él nos abra después las puertas del Cielo. Amén.
Santa Madre de Burguilla, Virgen de Guadalupe, ruega por nosotros.